A pesar de ser el más joven de la familia, nunca me sentí mimado ni tratado con indulgencia. Mi hermano y yo crecimos en un pequeño pueblo rural en España. Para mí, era un lugar ordinario, pero ahora tengo algo con qué compararlo. Nuestra madre nos crió sola, gestionando una pequeña granja con algunos animales. Esta es mi historia de dejarlo todo atrás.
Una vez más, intenté explicarle que no podemos dejarla aquí, en su vieja casa; necesita mudarse. Mi madre tiene 70 años, y yo
Mi hija está enfrentando dificultades nuevamente y me ha pedido si ella y su familia pueden mudarse conmigo. Aceptaré a ella y a mi nieta; no las dejaré sin un techo sobre sus cabezas. Sin embargo, no quiero ver a su marido en mi casa. Ya he tenido suficiente; vivimos juntos una vez antes. No sabe comportarse y apenas gana lo suficiente. Puede encontrar otro lugar donde quedarse.
Honestamente, nunca esperé tal disparate de ella, aunque años de matrimonio me hicieron darme cuenta de que no era una mujer sabia. Tenemos un hijo juntos. Por supuesto, el niño lleva el apellido de su padre.
